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IMAGINARSE DELGADO ANTES DE ESTARLO
Frente al espejo, estamos gordos.
Es un hecho incontrovertible. El espejo no miente y nosotros sabemos que comemos más de la cuenta y varias veces al día.
Las enfermedades asociadas a la obesidad son muchas y no perdonan a nadie. Seamos niños o adultos, pagamos de una u otra manera por cada kilo de más.
Nuestro corazón debe trabajar 24 horas extra al día para compensar nuestro exceso de peso. Nuestras arterias se tapan cada día un poco más. Nuestras rodillas no resisten el trote ligero más de algunos minutos antes de empezar a doler...
Para peor, cuanto más gordos, más enfermos o a punto de estar más enfermos nos hallamos.
Intentemos imaginarnos delgados, tal cual lo deseamos, siempre que esté rondando la angustia y la desazón. Cuando estemos a punto de perder toda esperanza y de abalanzarnos sobre los manjares de nuestra elección, hagamos el esfuerzo mental de vernos como en un espejo ideal.
Cuando el ansia de comer cosas sabrosas empiece a destruir nuestros planes de adelgazar, hagamos de cuenta que ya estamos delgados.
Imaginemos , por ejemplo, que, ya delgados, estamos en una playa, luciendo ropa de baño ajustada...
Nuestra mente tiene la grandiosa capacidad de imaginar. Hagamos uso de ella a nuestro servicio.
Veremos, con la práctica continua, que imaginarnos delgados nos ayudará a perder algunos gramos cada día.
Cada kilo de peso se compone de gramos, a fin de cuenta.
En la foto, antes y después de la DIETA 12X12.
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